sábado, 12 de mayo de 2007

El duende volador

En nuestro trabajos de investigación tenemos que examinar innumerables documentos fotográficos obtenidos por nuestros expertos. Recientemente, al estudiar las fotografías obtenidas durante un trabajo rutinario en la histórica ciudad de Richmond, una diminuta presencia en uno de ellos nos llamó poderosamente la atención. Procedimos a examinar la la pequeña mancha y, tras un laborioso trabajo de nuestro departamento de procesado digital, obtuvimos esta estremecedora imagen: Un pequeño ser suspendido en el aire parece observarnos. Sin lugar a dudas identificamos una cara quasitriangular y unas pequeñas alas que parecen moverse a gran velocidad, juzgando por su borroso aspecto. Manteniendo la cautela en la que se ha basado nuestra credibilidad durante tantos años, decidimos examinar la figura con más cautela. Tras cuidadosos análisis, varios expertos han certificado que no se trata ni de un montaje, ni de un efecto óptico. Al recibir estas concluyentes pruebas, he de reconocer que en la redacción se nos heló la sangre. Es indudable de que nos encontramos ante algo más. Puede que nos hallemos, esto dicho con la mayor de las cautelas, ante otra manifestación de esos seres conocidos como duendes en el imaginario popular. Además, el contexto añade aún más elementos para concluir que nos encontramos ante una presencia, nos atrevemos a decir, inquietante. Sí, recordemos que la imagen es tomada por uno de nuestros colaboradores en la ciudad de Richmond, donde se encuentra Powatan Hill. En este lugar la tradición sitúa la residencia del poderoso Emperador Powatan, que se enfrentó a los invasores ingleses y fue el padre de la famosa Pocahontas. Un lugar sin duda mágico, asociado a las tradiciones de los pobladores originales de las tierras americanas. Estas tradiciones están profundamente relacionadas con la unión a la Madre Tierra y en ellas son constantes las apariciones de pequeños seres que viven junto a nosotros, pero en una realidad paralela. Sólo la comunión con nuestro entorno nos haría capaces de acceder a ese plano paralelo. Hoy muchos investigadores creen que los así llamados indios americanos dominaban estas técnicas y, consecuentemente, trataban de situar sus moradas donde estos seres eran más poderosos y les podían proteger. ¿Están todavía protegiendo a los habitantes de la ciudad de Richmond? Una vez más, ¿un capricho de la técnica nos ha permitido acceder a una realidad paralela? La posibilidad merece toda nuestra atención. Seguiremos investigando.

6 comentarios:

Roberto dijo...

No os preocupéis. El espíritu de Friker me ha poseído, pero ya estoy bien. Es sólo una manchita ampliada en una foto que saqué el otro día.

_ dijo...

A mi parecer es algun tipo de ganso o pato que vuela hacia la izquierda de la foto...
Un saludo.

#Ivan#

Roberto dijo...

Sí, puede ser eso. La foto está tomada muy cerca del río y se pueden ver bastantes patos por allí. Pero hombre, eso no tiene gracia.

_ dijo...

Siento haberle quitado esa 'gracia' a la foto, pero hubiera estado bien si le hubieras puesto un poco mas de emocion en tu post y en tu comentario no hubieras dicho lo de la manchita, seguro que hubiera llegado al programa de Friker ...

#Ivan#

Roberto dijo...

Admito sugerencias para que la próxima vez tenga más emoción. Desde luego, por lo que me cuentan cualquier cosa puede entrar en el programa de Friker. Yo hace tiempo que no lo escucho y nunca lo he visto en la tele. Como programa de humor se hace repetitivo.

_ dijo...

Yo al principio lo veia, pero cuando se les empezo a acabar el material, como tu dices, empezaron a meter cualquier cosa... asi que desde hace bastante tiempo que no lo veo.

#Ivan#