sábado, 30 de junio de 2007

Origen del pas en francés.

Cuando oigo algo en francés una de las cosas que me llaman la atención es la forma que tienen de construir una negación. Para negar un verbo usan la forma ne...pas. Por ejemplo:

Je ne sais pas: No sé.
Je ne comprends pas: No entiendo.

Lo de ne me cuadra, un no a la francesa. Pero, ¿por qué tienen que añadir algo más al final? El origen es simplemente reforzar el concepto de negación. Pas viene del latín passus y significa paso. En principio se usaban más nombres como goutte, mie, grain (gota, miga, grano) y cada uno se elegía en función del verbo. Por ejemplo Il ne mange mie (No come ni una miga). Pas se usaría en Je ne marche pas (No ando ni un paso). Con el tiempo estas partículas perdieron su significado original y se usaron con cualquier verbo. Al final se tendió a utilizar una sola y prevaleció pas, que, cómo no, era la que se usaba en la región de París.

Resumiendo: los franceses usan pas porque está en su espíritu ser bordes y no les vale con negar con un simple ne, tienen que dejarlo claro.

Fuente: 1 (pdf en inglés, página 5).

jueves, 28 de junio de 2007

Las graduaciones

La últimas semanas todo el centro estaba lleno de graduaciones de institutos. Aquí, como sabemos de las películas, es tradicional y lo hacen a lo grande. Cerca de mi campus lo han hecho en el pabellón de la universidad, donde se celebró la competición de los robots, y en el teatro más importante de la ciudad, el Landmark:

Los chavales (y chavalas) se disfrazan con una túnicas. Un par de ejemplos:


Si la niña de la izquierda se cae de esos tacones se mata.

Como en casi cualquier cosa había que pasar controles de seguridad para entrar al pabellón, porca miseria.

La lista de las cosas que no puedes meter tiene tela: globos, paquetes envueltos, armas, confeti, botes de esos que hacen hilos de colores, comida, mochilas y neveras. Les dejaron sin fiesta, ni cotillón ni tiros al aire.

miércoles, 20 de junio de 2007

Arte callejero en Richmond (II)

martes, 19 de junio de 2007

El Sol Negro

La foto se tomó en Gamla Uppsala. Donde ahora hay un campanario cristiano, sobre el cementerio de una de las más antiguas iglesias de Escandinavia, apareció el Sol Negro. El sol que cubre la tierra con sus rayos violeta, esa tierra antigua, corazón espiritual de Norte, donde Freyr construyó el templo donde se realizaban sacrificios a los dioses. Aquí, bajos los cimientos del campanario, estaba el árbol de los sacrificios, de donde colgaban los cadáveres de hombres y bestias, bajos los rayos de sol, los del Sol Negro, cuyos rayos han vuelto a iluminar este centro de poder para recordarnos que los antiguos dioses paganos no han muerto, sino que esperan el momento de volver y reclamar lo que es suyo, aquí, en Gamla Uppsala, donde una vez los hombres fueron Hombres.

sábado, 16 de junio de 2007

Los vikingos y el tetris

Esta es una figurita que vi en el Museo de los Barcos Vikingos (Vikingskipshuset) en Oslo. Parece que los vikingos ya le daban al Tetris, aunque los pobres sólo llegaban a una de las piezas. En el centro del pecho tiene cuatro cuadrados formados por cuatro repeticiones de la pieza en forma de T del Tetris. Además, dado que la pieza es amarilla, sabemos a qué versión jugaban: The New Tetris (inglés).

lunes, 11 de junio de 2007

El origen de algunos nombres vascos

Una de las cosas que más distinguen a los vascos son sus nombres. Confieso mi ignorancia, yo creía que eran nombres tradicionales que se habían usado en el País Vasco y Navarra desde siempre. Con sorpresa me entero de que muchos de ellos fueron creados por Sabino Arana. El fundador del Partido Nacionalista Vasco emprendió en 1897 la tarea de adaptar los nombres del santoral al vasco, intentando liberarlos de la mala influencia del español y del francés. En 1910 el discípulo de Arana, Luis Eleizalde, publicó el "Santoral vasco". En él proponía diversos nombres, algunos que han llegado a ser extraordinariamente populares. Veamos alguno de ellos:

- Ander: adaptación propuesta para Andrés.
- Edurne: Nieves
- Gorka: Jorge
- Ikerne (Iker): Visitación
- Iñaki: Ignacio. Curiosamente este nombre ya estaba asociado a la forma Eneko, en español Iñigo, al ser el nombre de San Ignacio de Loyola, que se llamaba Iñigo de Loyola o Eneko de Loiola hasta que decidió cambiárselo.
- Jon (Jone): Juan (Juana)
- Josu (Josune): Jesús (Jesusa)
- Joseba: José
- Kepa: Pedro. Pese a la existencia de otras versiones usadas en el País Vasco, como Peru, Petri, Pello... Arana considero que estas formas se parecían demasiado al castellano Pedro o al francés Pierre, y fue al original arameo Kephas. Unos cambios fonéticos para hacer que pareciera vasco dieron Kepa, incluyendo el uso de la -a para el masculino, que Arana también eligió como la más vasca.
- Koldo (Koldobika): Luis. Forma femenina Koldobike (Luisa). Derivado de la forma latina Clodovicus, de origen germánico.
- Miren: María

Por cierto, otro nombre muy utilizado como Aitor fue creado por el escritor vasco-francés Augustin Chaho.

Todos estos nombres que suenan tan vascos tienen escasamente un siglo. Posiblemente pronto se les considere tradicionales, pero así funciona la memoria colectiva.

Fuentes: la información está sacada de la página de la Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca). En particular, el buscador onomástico resulta muy útil.

sábado, 9 de junio de 2007

Coplillas tradicionales

A veces es interesante bucear en la rica sabiduría popular para encontrar sabios consejos. Por ejemplo, analicemos la siguiente jota, recogida por Germán Díez Barrio en su libro de 1991 Coplas y cantares populares:

No me jodas en el suelo,
que no soy ninguna perra,
que por cada balanceo
me echas en el culo tierra.
Sin duda un consejo a tener en cuenta con la próxima llegada del verano, estación favorable a los jugueteos pastoriles. Pero la historia de esta coplilla se remonta más atrás, cuando don Tomás de Iriarte (1750-1791) compuso esta primera versión:
Me tendistes en el suelo
como si fuera una perra,
y con esos cojonazos
me lo llenaste de tierra.
Lo acertado de la canción hizo que el avezado ingenio popular la hiciera suya y llegara, con distintas variantes, hasta nuestros días. De hecho, en 1991 los afamados juglares Extremoduro hacen un merecido homenaje a esta canción incluyéndola en su canción J.D. La central nuclear en la siguiente versión:
No me jodas en el suelo
como si fuera una perra
que con esos cojonazos
me llenas el culo tierra.
La sabiduría tradicional española siempre ha traspasado fronteras, valga como ejemplo el reconocimiento universal de El Quijote. No es, pues, de extrañar que el gran autor irlandés Samuel Beckett, premio Nobel en 1969, recoja en su libro More Pricks than Kicks (inglés) nuestra jota en el siguiente fragmento (inglés):
She sings to herself, for her own pleasure, stressing all the words that cry for stress, like Dan the first to warble without fear or favour:

No me jodas en el suelo
Como si fuera una perra,
Que con esos cojonazos
Me echas en el coño tierra.
Es un bello ejemplo de poesía que, creada por un escritor, es transmitida por el folclore popular hasta ser incorporada en otra obra literaria. Así que no olvidemos el sabio consejo en nuestros paseos estivales.

Fuente: La canción tradicional en el siglo XVIII y los inicios de la recolección folclórica en España, de José Manuel Pedrosa.


domingo, 3 de junio de 2007

Tapas de alcantarilla

Una de las aficiones tontas que tengo es sacar fotos a tapas de alcantarilla. Es una tontería como otra cualquiera, pero la verdad es que algunas son interesantes. Ésta la encontré en Estocolmo:
Ésta en Praga:
Si vais a Bergen, en los fiordos noruegos, podréis ver ésta:
Y por último ésta la vi en Oslo:

En otra época me hubiera considerado un tío raro, pero hoy con internet siempre puedes encontrar gente con la misma afición. Podéis verlo en este grupo de Flickr.

sábado, 2 de junio de 2007

Tomando el sol en Estocolmo